UNIÓN NACIONAL DE TRABAJADORES - UNT
México, D.F., a 27 Agosto de 1999.
A casi dos años de su constitución, el recuento que hoy podemos hacer de
los logros y el planteamiento de perspectivas de la Unión Nacional de Trabajadores es francamente positivo y alentador. El solo hecho de crear una nueva opción, una alternativa diferente e innovadora
de organización, de representación y de lucha para los trabajadores mexicanos,
sin confrontación y en la legalidad, pero al mismo tiempo en una lucha
incesante con plena autonomía y en democracia, más allá de los esquemas
corporativos, significa un cambio
histórico y una gran conquista de y para
el sindicalismo en nuestro país. No es este desde luego un momento de autocomplacencia o triunfalismo, pero mucho menos
es ocasión para la fatalidad y
el derrotismo que arrojan interpretaciones superficiales o
tendenciosas sobre lo que es la UNT
y sobre sus alcances en
este lapso.
La UNT,
una organización diferente y en
construcción
Sin
duda, uno de los factores que más confusión y equívocos se presenta al tratar
de entender qué es y qué significa la UNT
en el desarrollo histórico del movimiento sindical mexicano, es
precisamente el hecho de que la
UNT es una
organización diferente e innovadora en su estructura, en sus
prácticas, en su doctrina, en sus propuestas, en su dinámica interna y en sus
relaciones hacia el exterior.
Trascender
al corporativismo en un contexto en el que aún predominan las estructuras y las
prácticas corporativas, desarrollar
la pluralidad y la democracia en un contexto en el que no puede hablarse
todavía de una transición a la democracia consolidada, romper y crear una
organización distinta sin en la provocación, en la ilegalidad o en el
entreguismo, son algunos de los elementos que ayudan a comprender lo difícil e
incluso lo inapropiado que es
visualizar a la UNT según criterios y patrones tradicionales. La sola diferenciación entre el
sindicalismo que se acoge e identifica con el corporativismo y el sindicalismo
que tiene como uno de sus grandes objetivos transformar al corporativismo y
luchar en contra de las formas que en éste han sometido, limitado y pervertido
la autenticidad de los sindicatos en nuestro país, representa un salto
histórico enorme que requiere de análisis cuidadosos e igualmente creativos e
innovadores.
Por
tanto, la ubicación y la importancia de la UNT deben de entenderse más en el
ámbito de la democracia, de la libertad y de la pluralidad ciudadanas que en el
grado de reconocimiento del gobierno ó de los patrones. La UNT no es el relevo del viejo
sistema sindical mexicano, es antes que nada una ruptura con ese modelo y una
nueva realidad organizativa y representativa de y para los trabajadores.
El
desarrollo de la UNT está marcado por estos factores, pero también por la
dinámica de las organizaciones que la integramos. A diferencia de las grandes centrales nacionales
hegemónicas de la postguerra, que imponían líneas y una rigurosa disciplina a
sus afiliadas, la UNT ha reconocido y asumido desde sus orígenes que su
crecimiento y consolidación dependen
en mucho de la dinámica particular de cada uno de sus sindicatos
afiliados y de la forma en que dicha dinámica se articule e interrelacione con
las de los demás sindicatos.
Suponer por lo tanto que la UNT no está movilizada porque no realiza con
frecuencia grandes marchas o despliegues públicos, constituye un error
derivado, precisamente, de
pretender ajustarla a los esquemas tradicionales, corporativos y excluyentes de la acción sindical y
social en nuestro país.
Además
de estas opciones valiosas de
movilización que la UNT ha utilizado en casos concretos, existen otras formas de movilización y
de acción permanente que dan cuenta de una organización viva y dinámica. En este sentido, no podemos dejar
de reconocer que desde su constitución en 1997, las principales luchas y experiencias de cambio sindical en
nuestro país se han dado dentro de la UNT. Me refiero, por ejemplo, a los procesos de negociación
colectiva que permanentemente se
desarrollan en su interior. Si
hubiera que hacer un análisis sobre los procesos de contratación y de negociación colectiva más importantes que
se han dado en nuestro país en los últimos dos años, de procesos que han
marcado pautas en materia salarial,
en materia de productividad, de capacitación, de cambio tecnológico, en
materia de lenguaje contractual, de modernización de las empresas y de las
relaciones laborales y en otros
temas de enorme trascendencia para
los trabajadores y para el desarrollo del país, no hay duda de que las
experiencias más importantes han correspondido a sindicatos de la UNT. La UNT
representa un espacio excepcional para compartir y desarrollar estas
experiencias, para alentar la solidaridad entre los sindicatos durante dichas
negociaciones y, con frecuencia,
para participar con ellos
en momentos difíciles de la negociación. Esta es sin duda una forma novedosa y permanente de
movilización sindical que no puede desdeñarse.
Si a
esto agregamos las huelgas estalladas y acciones en defensa de los Contratos
Colectivos de Trabajo, así como la movilización transgremialista que la UNT ha
desarrollado desde su formación, para la defensa de la seguridad social y de la
educación pública, así como para la búsqueda de proyectos nacionales
concertados en materia de telecomunicaciones, de energía o de transporte aéreo,
lo que resulta es, definitivamente, una acción sindical de nuevo tipo
independiente y fuera de los cauces del control corporativo.
La UNT
ha contribuido y sigue contribuyendo a una transformación real del sindicalismo
en México, esto es indiscutible.
La
reforma social y democrática del Estado como doctrina y como estrategia de la UNT.
Otro de
los factores que hacen de la UNT una organización diferente, transgremialista y
postcorporativa en y para el
sindicalismo en México, es asumir
a la reforma social y democrática del Estado como una de sus tesis centrales,
pero también como una estrategia en sí misma.
La
reforma social y democrática del Estado es sin duda un proceso histórico de
largo alcance que no va a resolverse en las próximas elecciones ni en los
próximos años, por lo que la UNT está obligada, de origen, a reflexionar y
replantear permanentemente sus alianzas y su acción.
El Movimiento Social de los Trabajadores.
Otro de los
rasgos definitivamente innovadores de la UNT y de su proceso de construcción,
lo constituye sin duda el Movimiento Social de los Trabajadores, el MST, en tanto posibilidad para
transformar y fortalecer las relaciones del sindicalismo con los poderes
públicos, con los partidos políticos, con otras organizaciones sociales y con la sociedad en términos
generales.
A pesar
de que durante los próximos meses la importancia del MST será eminentemente
coyuntural, en virtud del proceso electoral del año 2000, sus alcances y
posibilidades tienen también un
carácter histórico y de largo plazo.
El MST busca encontrar
opciones diferentes para resolver y afrontar de manera distinta las siempre
complejas relaciones entre los sindicatos y los partidos políticos, entre los
sindicatos y el gobierno en todos sus niveles, entre los sindicatos y las
organizaciones sociales, así como para resolver y afrontar el desarrollo
político de los sindicatos sin
desvirtuar ni comprometer sus funciones esenciales en la negociación colectiva
o en la representación laboral de los intereses de los trabajadores.
El nuevo internacionalismo sindical
Por
último, es necesario destacar que como parte del balance positivo sobre la UNT,
no pueden dejar de incluirse sus planteamientos y su acción en favor de la
construcción de un nuevo internacionalismo sindical.
La UNT
no se ha limitado a tratar de establecer
relaciones de respeto y cooperación con organismos sindicales
internacionales y con organizaciones sindicales de otros países a través de los
secretariados profesionales internacionales, principalmente. Nos hemos empeñado en proyectar un
internacionalismo sindical capaz de resolver para los trabajadores los grandes
problemas y desafíos de nuestro tiempo:
las asimetrías del poder, los desequilibrios e injusticias económicas, las multinacionales,
el desempleo, los bajos
salarios, los abismos entre riqueza y pobreza, los cambios tecnológicos y sus efectos laborales, el
desencuentro ético entre el desarrollo social y el mercado.
El
sindicalismo internacional de nuestro tiempo no puede seguir regido por los fantasmas ideológicos de la Guerra
Fría o por los intereses de una burocracia sindical internacional instalada en
el conservadurismo inmóvil. La UNT ha impulsado y seguirá
impulsando cambios reales y de fondo en el movimiento sindical internacional,
porque de ellos depende nuestra propia fuerza y la mejor representación de los
trabajadores mexicanos.
Dicho lo
anterior, debo de referirme a dos situaciones que son de la mayor importancia
para la UNT. La primera de ellas,
es el problema que se vive en la Universidad Nacional Autónoma de México y que
demanda el que reafirmemos la necesidad de abrir el debate sobre la reforma
educativa que el país requiere, cuya urgencia e importancia es evidente, pero
para ello es indispensable retomar el diálogo, evitar la violencia y plantearse
una salida para el largo plazo, ya que cualquier solución parcial o
inmediatista terminará por llevar a una mayor crisis a la Universidad.
El
diálogo debe de privilegiar la participación de los universitarios, pero no
excluir a la sociedad ya que la educación es un tema de la agenda
nacional. La UNT reitera su
apoyo al STUNAM y a su disposición para impulsar una salida justa y útil para
la comunidad universitaria y para la educación en México.
El otro asunto
que plantea a la UNT es la realización de un compromiso de unidad y de acción
de la mayor responsabilidad y con propósitos de largo alcance, es el Pacto que
se propone a este Congreso se firme el 13 de septiembre con los compañeros del
Sindicato Mexicano de Electricistas, este Pacto de Unidad y de Acción Sindical
puede convertirse en un avance importante en la lucha para la transformación
del sindicalismo mexicano, exige de la UNT y de los compañeros electricistas un
gran esfuerzo de voluntad para concretar objetivos y luchas comunes.
La UNT
ha mostrado su decisión de buscar la unidad, fuera del corporativismo, del
gremialismo y más allá de la coyuntura, porque la tarea del sindicalismo es
histórica, estamos ciertos que con este Pacto fortaleceremos este propósito.
Compañeras y Compañeros:
La UNT ha construido un espacio de acción sindical unitario, autónomo
e independiente con logros fundamentales su credibilidad, su capacidad de convocatoria y de
propuesta y su posición como actor importante en el impulso a los cambios en lo
laboral y en lo productivo, así como en la reforma democrática y social del
Estado Mexicano, por ello podemos afirmar que los trabajadores y el
sindicalismo tienen en la UNT una de
sus mejores trincheras de lucha, la responsabilidad de este Congreso es
continuar y ampliar lo logrado, estoy seguro de que así será.
Gracias