UNIÓN NACIONAL DE TRABAJADORES - UNT

 

INTERVENCIÓN DEL CO.FRANCISCO HERNÁNDEZ JUÁREZ

 

PRESIDENTE COLEGIADO DE LA UNT Y

SECRETARIO GENERAL DEL STRM,

EN EL II CONGRESO NACIONAL DE LA

UNIÓN NACIONAL DE TRABAJADORES

 

 

México, D.F., a 27 Agosto de 1999.

 

 

 

 

A casi dos años de su constitución,  el recuento que hoy podemos hacer de los logros y el planteamiento de perspectivas de la  Unión Nacional de Trabajadores es francamente positivo y  alentador.   El solo hecho de crear una nueva opción,  una alternativa diferente e innovadora de organización, de representación y de lucha para los trabajadores mexicanos, sin confrontación y en la legalidad, pero al mismo tiempo en una lucha incesante con plena autonomía y en democracia, más allá de los esquemas corporativos,  significa un cambio histórico y una gran conquista de y para  el sindicalismo en nuestro país.    No es este desde luego  un momento de autocomplacencia o triunfalismo, pero mucho menos es ocasión para  la fatalidad y el  derrotismo que arrojan   interpretaciones superficiales o tendenciosas sobre lo que es la UNT  y sobre sus alcances  en este lapso.

 

 

La UNT, una organización diferente  y en construcción

 

Sin duda, uno de los factores que más confusión y equívocos se presenta al tratar de entender qué es y qué significa la UNT  en el desarrollo histórico del movimiento sindical mexicano, es precisamente el hecho de que la  UNT  es una organización  diferente  e innovadora en su estructura, en sus prácticas, en su doctrina, en sus propuestas, en su dinámica interna y en sus relaciones hacia el exterior.

 

 

 

Trascender al corporativismo en un contexto en el que aún predominan las estructuras y las prácticas corporativas,  desarrollar la pluralidad y la democracia en un contexto en el que no puede hablarse todavía de una transición a la democracia consolidada, romper y crear una organización distinta sin en la provocación, en la ilegalidad o en el entreguismo, son algunos de los elementos que ayudan a comprender lo difícil e incluso lo inapropiado que es  visualizar a la UNT según criterios y patrones tradicionales.   La sola diferenciación entre el sindicalismo que se acoge e identifica con el corporativismo y el sindicalismo que tiene como uno de sus grandes objetivos transformar al corporativismo y luchar en contra de las formas que en éste han sometido, limitado y pervertido la autenticidad de los sindicatos en nuestro país, representa un salto histórico enorme que requiere de análisis cuidadosos e igualmente creativos e innovadores.

 

Por tanto, la ubicación y la importancia de la UNT deben de entenderse más en el ámbito de la democracia, de la libertad y de la pluralidad ciudadanas que en el grado de reconocimiento del gobierno ó de los patrones.  La UNT no es el relevo del viejo sistema sindical mexicano, es antes que nada una ruptura con ese modelo y una nueva realidad organizativa y representativa de y para los trabajadores.

 

El desarrollo de la UNT está marcado por estos factores, pero también por la dinámica de las organizaciones que la integramos.   A diferencia de las grandes centrales nacionales hegemónicas de la postguerra, que imponían líneas y una rigurosa disciplina a sus afiliadas, la UNT ha reconocido y asumido desde sus orígenes que su crecimiento y consolidación dependen  en mucho de la dinámica particular de cada uno de sus sindicatos afiliados y de la forma en que dicha dinámica se articule e interrelacione con las de los demás sindicatos.    Suponer por lo tanto que la UNT no está movilizada porque no realiza con frecuencia grandes marchas o despliegues públicos, constituye un error derivado, precisamente,  de pretender ajustarla a los esquemas tradicionales, corporativos  y excluyentes de la acción sindical y social en nuestro país.

 

Además de estas opciones valiosas  de movilización  que la UNT   ha utilizado en casos concretos,  existen otras formas de movilización y de acción permanente que dan cuenta de una organización viva y dinámica.   En este sentido, no podemos dejar de reconocer que desde su constitución en 1997,  las principales luchas y experiencias de cambio sindical en nuestro país se han dado dentro de la UNT.  Me refiero, por ejemplo, a los procesos de negociación colectiva  que permanentemente se desarrollan en su interior.  Si hubiera que hacer un análisis sobre los procesos de  contratación y de negociación colectiva más importantes que se han dado en nuestro país en los últimos dos años, de procesos que han marcado pautas en materia salarial,  en materia de productividad, de capacitación, de cambio tecnológico, en materia de lenguaje contractual, de modernización de las empresas y de las relaciones laborales  y en otros temas  de enorme trascendencia para los trabajadores y para el desarrollo del país, no hay duda de que las experiencias más importantes han correspondido a sindicatos de la UNT. La UNT representa un espacio excepcional para compartir y desarrollar estas experiencias, para alentar la solidaridad entre los sindicatos durante dichas negociaciones y, con frecuencia,  para  participar con ellos en momentos difíciles de la negociación.   Esta es sin duda una forma novedosa y permanente de movilización sindical que no puede desdeñarse.

 

Si a esto agregamos las huelgas estalladas y acciones en defensa de los Contratos Colectivos de Trabajo, así como la movilización transgremialista que la UNT ha desarrollado desde su formación, para la defensa de la seguridad social y de la educación pública, así como para la búsqueda de proyectos nacionales concertados en materia de telecomunicaciones, de energía o de transporte aéreo, lo que resulta es, definitivamente, una acción sindical de nuevo tipo independiente y fuera de los cauces del control corporativo.

 

La UNT ha contribuido y sigue contribuyendo a una transformación real del sindicalismo en México, esto es indiscutible.

 

 

La reforma social y democrática del Estado como doctrina y como estrategia  de la UNT.

 

Otro de los factores que hacen de la UNT una organización diferente, transgremialista y postcorporativa  en y para el sindicalismo en México, es  asumir a la reforma social y democrática del Estado como una de sus tesis centrales, pero también como una estrategia en sí misma.

 

La reforma social y democrática del Estado es sin duda un proceso histórico de largo alcance que no va a resolverse en las próximas elecciones ni en los próximos años, por lo que la UNT está obligada, de origen, a reflexionar y replantear permanentemente sus alianzas y su acción.

 

 

 

El Movimiento Social de los Trabajadores.

 

Otro de los rasgos definitivamente innovadores de la UNT y de su proceso de construcción, lo constituye sin duda el Movimiento Social de los Trabajadores, el  MST, en tanto posibilidad para transformar y fortalecer las relaciones del sindicalismo con los poderes públicos, con los partidos políticos, con otras organizaciones sociales  y con la sociedad en términos generales. 

 

A pesar de que durante los próximos meses la importancia del MST será eminentemente coyuntural, en virtud del proceso electoral del año 2000, sus alcances y posibilidades tienen también  un carácter histórico y de largo plazo.

 

El  MST  busca  encontrar opciones diferentes para resolver y afrontar de manera distinta las siempre complejas relaciones entre los sindicatos y los partidos políticos, entre los sindicatos y el gobierno en todos sus niveles, entre los sindicatos y las organizaciones sociales, así como para resolver y afrontar el desarrollo político de los sindicatos  sin desvirtuar ni comprometer sus funciones esenciales en la negociación colectiva o en la representación laboral de los intereses de los trabajadores.

 

 

El  nuevo internacionalismo sindical

 

Por último, es necesario destacar que como parte del balance positivo sobre la UNT, no pueden dejar de incluirse sus planteamientos y su acción en favor de la construcción de un nuevo internacionalismo sindical.

 

La UNT no se ha limitado a tratar de establecer  relaciones de respeto y cooperación con organismos sindicales internacionales y con organizaciones sindicales de otros países a través de los secretariados profesionales internacionales, principalmente.  Nos hemos empeñado en proyectar un internacionalismo sindical capaz de resolver para los trabajadores los grandes problemas y desafíos de nuestro tiempo:  las asimetrías del poder, los desequilibrios  e injusticias económicas,  las multinacionales,  el desempleo,  los bajos salarios, los abismos entre riqueza y pobreza,  los cambios tecnológicos y sus efectos laborales, el desencuentro ético entre el desarrollo social y el mercado.

 

El sindicalismo internacional de nuestro tiempo no puede seguir regido por  los fantasmas ideológicos de la Guerra Fría o por los intereses de una burocracia sindical internacional instalada en el  conservadurismo inmóvil.   La UNT ha impulsado y seguirá impulsando cambios reales y de fondo en el movimiento sindical internacional, porque de ellos depende nuestra propia fuerza y la mejor representación de los trabajadores mexicanos. 

 

Dicho lo anterior, debo de referirme a dos situaciones que son de la mayor importancia para la UNT.  La primera de ellas, es el problema que se vive en la Universidad Nacional Autónoma de México y que demanda el que reafirmemos la necesidad de abrir el debate sobre la reforma educativa que el país requiere, cuya urgencia e importancia es evidente, pero para ello es indispensable retomar el diálogo, evitar la violencia y plantearse una salida para el largo plazo, ya que cualquier solución parcial o inmediatista terminará por llevar a una mayor crisis a la Universidad.

 

El diálogo debe de privilegiar la participación de los universitarios, pero no excluir a la sociedad ya que la educación es un tema de la agenda nacional.   La UNT reitera su apoyo al STUNAM y a su disposición para impulsar una salida justa y útil para la comunidad universitaria y para la educación en México.

 

El otro asunto que plantea a la UNT es la realización de un compromiso de unidad y de acción de la mayor responsabilidad y con propósitos de largo alcance, es el Pacto que se propone a este Congreso se firme el 13 de septiembre con los compañeros del Sindicato Mexicano de Electricistas, este Pacto de Unidad y de Acción Sindical puede convertirse en un avance importante en la lucha para la transformación del sindicalismo mexicano, exige de la UNT y de los compañeros electricistas un gran esfuerzo de voluntad para concretar objetivos y luchas comunes. 

 

La UNT ha mostrado su decisión de buscar la unidad, fuera del corporativismo, del gremialismo y más allá de la coyuntura, porque la tarea del sindicalismo es histórica, estamos ciertos que con este Pacto fortaleceremos este propósito.

 

 

Compañeras y Compañeros:

 

La UNT ha construido un espacio de acción sindical unitario, autónomo e independiente con logros fundamentales su credibilidad, su  capacidad de convocatoria y de propuesta y su posición como actor importante en el impulso a los cambios en lo laboral y en lo productivo, así como en la reforma democrática y social del Estado Mexicano, por ello podemos afirmar que los trabajadores y el sindicalismo tienen en la UNT una de sus mejores trincheras de lucha, la responsabilidad de este Congreso es continuar y ampliar lo logrado, estoy seguro de que así será.

 

Gracias

 

 

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